

KIMELN CAPACITACIONES LTDA. VIENE EN INVITAR A LAS EMPRESAS, NIVELES GERENCIALES Y MANDOS, ATENDER ESTAS INDICACIONES FORMULADAS CON PROPÓSITO DE MEJORAMIENTO CORPORATIVO. GRACIAS.
ESTADO DEL ACOSO MORAL.Según las estadísticas publicadas por la Superintendencia de Seguridad Social de Chile, máximo organismo de fiscalización en seguridad social, en febrero de 2019 se diagnosticaron 441 enfermedades profesionales en las Mutualidades, lo que implicó un aumento de 14,2% respecto a febrero de 2018. La MUSEG (Mutual de Seguridad) y la ACHS (Asociación Chilena de Seguridad) aumentaron en 25,9% y 12,0%, respectivamente. El IST tuvo una disminución de 38,5% comparado con el mismo mes del año anterior.
Sin embargo, basta examinar las decenas de reclamos que se hace por los trabajadores contra las resoluciones de las administradoras del seguro social contra accidentes y enfermedades profesionales, para estimar, con cierta seguridad que existe una variable de distorsión que debe ser considerada, para aumentar las cifras en algunos puntos a fin de entender las estadísticas con una mayor precisión y más apegadas a las realidad.
En Chile se estima por los expertos en materia de problemas laborales que son fuente de trastornos adaptativos múltiples en relación al trabajo y, en general de las enfermedades psicosociales problemas derivados en su mayor parte de las condiciones en que trabajan y se encuentran organizadas las empresas. Por ejemplo malas decisiones en relación a los cambios continuos en el mundo de la producción orientados a mejorar la calidad de los bienes y servicios producidos y la búsqueda de la satisfacción del cliente en estos aspectos; asimismo, la presión de la economía, la extrema competitividad del mercado y el afán de entregar bienes más apetecibles, el mercado laboral flexible que permite precarizar las condiciones laborales y de este modo provocar angustia, estrés y desesperación en los trabajadores que ven continuamente inestable su situación y su fuente de trabajo además de demandarles actualización continua; la competencia, la consecución de la máxima productividad, las fusiones y reestructuraciones, llamadas reingenierías en los recursos humanos de la empresa, para ahorrar puestos de trabajo, disminuir el monto de los salarios, aumentar el ritmo de actividad a nivel desenfrenado; flexibilidad e inmediatez para cambiar de un sitio a otro o el cambio de funciones y responsabilidades.
Otras causas son relacionadas con la mala organización empresarial, la falta absoluta de liderazgo que permite confabulaciones, grupos y la llamada gestión por amistocracia; desentenderse de la calidad del trabajador en años de servicios, experiencia y calidad; formación de climas laborales tóxicos; falta de comunicación, especialmente comunicación efectiva, ausencia de las técnicas de trabajo en equipo y trabajo colectivo; incluso se ha determinado que los trabajadores en algunos casos no conocen los objetivos que la dirección de la empresa ha establecido para un periodo determinado lo que implica un desprecio en la efectividad laboral de los trabajadores.
Existen organizaciones que lo causan acoso laboral o moral, por la vía del hostigamiento, descrédito, discriminación o malos tratos en general, naturalmente, como un derivado de su propia estructura.
Mientras en la empresa exista caos, anarquía y falta de liderazgo, no exista una definición sobre las competencias, se propiciará la creación de feudos, en donde la última palabra la tenga el encargado del área, creándose un ambiente de tiranía y subordinación en términos que no coinciden con los exigidos por el contrato de trabajo.
Daña a los trabajadores y su estado mental y psicológico el inmediatismo enfermizo en que las empresas caen pidiendo todo para ayer y haciendo ver que nada es a plazos mayores o mas o menos permanente. Ello cre una estabilidad mental, falta de compromiso con la empresa, pues, aq nadie le interesa que le ocurra mañana y solo se hace habitual la búsqueda permanente de otro trabajo.
Hay inestabilidad, desconfianza y falta de compromiso, creado por la propia empresa, pues el ambiente laboral genera situaciones de abuso de poder y los trabajadores no pueden defender sus derechos.
El mobbing también repercute negativamente sobre la organización empresarial, menoscabando la imagen de la misma, aumentando el nivel de absentismo, afectando a la calidad y productividad de la misma, lo que le genera unos cuantiosos costes sociales y empresariales. Los riesgos laborales actuales que surgen en la organización empresarial son el estrés, el acoso sexual o el acoso laboral surgiendo a causa de factores inherentes a la empresa, como es la inadecuada dirección y organización empresarial. El CdelT., chileno establece en su artículo dos como ilícitos provenientes de esta incapacidad empresarial :ACOSO SEXUAL; ACOSO MORAL Y DISCRIMINACIÓN.
El D.S. 73, que modifica el DS 109 donde generalmente se señalan como ejemplos de enfermedades profesionales, ahora se complementa con otro grupo de enfermedades que se agrupan en la llamada NEUROSIS LABORAL donde se integran las que hemos señalado anteriormente.
La salud de las víctimas sufren consecuencias que son son devastadoras, pudiendo sufrir, entre otros efectos, ansiedad generalizada, inquietud, fatiga, dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, trastornos de sueño, depresión, sensación de impotencia, apatía, melancolía, estrés postraumático o desmotivación laboral.
Los efectos del acoso laboral sobre la salud del trabajador pueden llegar hasta tal punto que pueden acabar en un desenlace tan drástico como puede ser el suicidio del trabajador.
Pero, a su vez afecta la organización empresarial en los resultados contables del periodo y que también redundan en un menor rendimiento del trabajo, al mismo tiempo, se produce un aumento del absentismo. La situación de estrés, angustia y depresión de los trabajadores aumenta su vulnerabilidad a los accidentes del trabajo, lo que viene a provocar daño en las familias, en la propia empresa y en la sociedad todas, pendiente de los recurso de personas y de la obligación social de asistirlos cuando las empresas y las administradoras los han abandonado.
El peor negocio que una empresa puede hacer hoy es abandonar a sus trabajadores a su suerte tanto en el proceso productivo como extra muros, lo que ocurre por no existir un Sistema de Gestión en Prevención de Riesgos, claro, definido y de aplicación colectiva.
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